Barcelona comenzará a cobrar a los vecinos por la recogida de basuras.
El objetivo final es reducir la generación de basura y aumentar las tasas de reciclaje, y premiar a los vecinos que menos tiren y más reciclen, que en el futuro pagarán menos.
La nueva contrata de basura, que entrará en vigor en 2021, ya incorporará contenedores que permitirán instalar un dispositivo para que los vecinos se identifiquen al tirar la basura.
Actualmente, Barcelona recicla solo el 37% de los residuos que generan sus vecinos, y que está lejos del objetivo europeo de alcanzar el 50% de reciclaje en 2025.
El Ayuntamiento todavía no podrá cobrar la tasa de recogida de manera individualizada, vecino a vecino; pero sí en función de lo que recicle de media cada distrito. E incluso por barrios. El objetivo en 2022 es que la mitad de los 73 barrios paguen en función del reciclaje de su entorno.
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